Los presuntos responsables de una riña en la cual un joven falleció y tres más resultaron heridos permanecieron encerrados por más de 10 horas en el interior de dos condominios en el fraccionamiento Lagos de Puente Morenos, municipio de Medellín, Veracruz.
Alrededor de la 1 de la madrugada de este domingo se suscitó una riña en las calles Belice Este esquina Belice Oeste, que dejó como saldo un fallecido y tres heridos graves, éstos último fueron trasladados a un centro médico para su atención.
Tras los hechos, los presuntos responsables se encerraron en dos departamentos ubicados en la primera planta.
Los vecinos llamaron a las autoridades policíacas que permanecieron en el lugar toda la mañana del domingo.
Mientras, los vecinos los acusaban de haber matado al joven y heridos a las otras tres personas.
Ya cerca de las 12 del día, una mujer se asomó por la ventada y rechazó las acusaciones.
“Dicen que nosotros somos los culpables, realmente los culpables son siempre los vecinos que no nos dejan en paz. Somos gente de bien, mi esposo es desempleado”, dijo con llanto la mujer.
Agregó que las personas encerradas necesitaban ayuda médica y aseguró que “ellos solamente se defendieron”.
“Solamente queremos apoyo, porque nos están echando culpas que nosotros no tenemos. Desde anoche le pegaron un machetazo a un menor y ahorita está agonizando (…) hay tres heridos que están muy graves”, afirmó.
En el condominio número tres también había mujeres y niños que no habían podido salir debido a que los vecinos y la policía se encontraban afuera.
Los vecinos gritaban y los culpaban de haber "macheteado" a las otras personas, mientras acusaban a los agentes de la Marina y de la SSP de ser cómplices de los presuntos delincuentes por no detenerlos.
Después de lo anterior y ante la amenaza de linchamiento, elementos de la Marina ingresaron al departamento para tomar conocimiento de la situación y realizar las diligencias correspondientes.
Del primer departamento, los elementos de la Marina detuvieron a 10 personas, entre las que se encontraban cuatro mujeres. De ellos, tres hombres estaban heridos y uno fue llevado en ambulancia a un centro médico.
Al segundo departamento, un comandante tuvo que abrir la puerta con utensilios y un martillo, entre los gritos y aplausos de los vecinos. De ahí detuvieron a un hombre y a una mujer.
Mientras todo esto pasaba, decenas de personas se encontraban afuera exigiendo que se detuviera a todos los responsables o ellos tomarían justicia por su propia mano.
