Virtuoso, encantador y arropado entre aplausos, así fue esta noche el regreso del tenor nacido en Xalapa, Veracruz, Javier Camarena al Palacio de Bellas Artes, donde deleitó con una gala de homenaje al compositor italiano Gioachino Rossini, en su 150 aniversario luctuoso.
En el primero de dos conciertos, el “digno sucesor de Luciano Pavarotti”, según la crítica, cantó a beneficio de los damnificados por los sismos del pasado 19 de septiembre, donde al final la gente se volcó en aplausos.
A la gala, asistieron la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, el escritor Jorge Volpi y la extitular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, quienes, desde el primer piso, fueron testigos del derroche de talento del también llamado “el tenor de las óperas imposibles”.
Acompañador por la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, el tenor veracruzano mostró en el escenario, un asombroso timbre vocal, un extraordinario manejo de sus bajos y altos, así como madurez profesional.
De buenas, bromeando con el público, Camarena sorprendió a propios y extraños con un repertorio integrado con fragmentos de óperas italianas del siglo XIX, con las que se ganó a los asistentes.
El concierto arrancó con la obertura de La urraca ladrona, la cual fue muy aplaudida, y minutos después, apareció Javier Camarena para ser recibido con expresiones como ¡bravo Javier!, muestras de cariño que el cantante agradeció inclinando su cabeza.
Enseguida, se hizo sonar la pieza Que les destins prospères…de El conde Ory, y continúo con S’ella m’è ognor fedele… Qual sarà mai la gioia, de Ricardo y Zoraida, acompañado del tenor Édgar Villalva; y segundos después se escuchó la Obertura de El barbero de Sevilla.
Al cierre de la primera mitad, Camarena hizo un dueto encantador al lado de la soprano Anabel de la Mora, interpretando la pieza, Ah! Se puoi così lasciarmi… Non è ver che stringa il cielo… Ah! Quel suon già d’Israele…, de Moisés en Egipto".
La primera mitad cerró con la presencia de los cantantes Guadalupe Paz, Rodrigo Urrutia, Ariadne Montijo, Frida Portilo, Carlos Arámbula, David Echeverría y el Coro del Teatro de Bellas Artes, quienes encantaron con la obra Pria di dividerci… Dite, chi è quella femmina… de La italiana en Argel.
Después del intermedio ofrecieron la Obertura de El señor Bruschino; Ah! quel respect, madame… de El conde Ory; Dal tuo stellato soglio… de Moisés en Egipto; All’idea di quel metallo… de El barbero de Sevilla; Amici, in ogni evento... Pensa alla patria… de La italiana en Argel; Bel raggio lusinghier... de Semiramide; y cerraron con: Sì, ritrovarla io giuro!... de La Cenicienta.
Los recursos de ambos recitales, se destinarán al equipamiento y rehabilitación de un centro de salud en la comunidad de Asunción Ixtaltepec, situada en la zona del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca.
Serán entregados a través de la Fundación Duerme Tranquilo A.C, la cual destina el 100 por ciento de sus donativos a los requerimientos de los patronatos de los cuatro institutos que la conforman y a proyectos especiales.
