El fallecimiento de Francisco Ábrego, trompetista de Los Flamers, fue a consecuencia de la "negligencia", falta de apoyo y logística después del accidente, acusó Alejandro Domínguez Acosta, integrante activo de la agrupación.
"No es posible que siendo un músico de una institución grande como Los Flamers, tan respetada, Francisco hubiera muerto con un amigo suyo, en una clínica, sin un representante del grupo, es algo que es intolerable".
¿Negligencia por parte de quién?
"Ya sea por parte del seguro por no operar, por parte del grupo por no dar un recurso inmediato, aunque no fuera parte de la aseguradora; el grupo se tiene que hacer responsable de inmediato de lo que se necesitaba, del trasladado para cualquier cosa, eso era en cash, efectivo".
Sostuvo que la responsabilidad directa es de la representante de la agrupación, Ydalia González, que a su vez es esposa del líder de Los Flamers, Roberto Bueno.
En conferencia de prensa el joven de 24 años de edad, quien toca la Conga, agregó que si la representante no podía cumplir con las funciones, se requería de una persona que lo hiciera de tiempo completo.
"Yo la veo entrar a Ciudad Salud (Hospital Regional de Alta Especialidad de Tapachula, Chiapas), me entero de otras situaciones desagradables, familiares, me voy a ahorrar comentarios porque eso es personal entre ellos, la veo salir en un momento cuando estábamos con el ajustador, ya no nos dice nada y la veo meterse otra vez a Ciudad Salud".
Indicó que tan solo él fue ingresado a atención médica casi 24 horas después del accidente. Dijo desconocer si habrá consecuencias legales.
"Yo anoté en una libreta que este podría ser el final de Los Flamers, al saber que el líder Roberto Bueno vive, que eso me alegra bastante y que está bien porque lo queremos mucho".
