En complejos habitacionales de zonas urbanas de Europa se ha tornado común ver carteles que dicen “Prohibido jugar a la pelota” y un dibujo de un balón tachado, ante el creciente número de vecinos que enfrentan “niñofobia”, que es cuando no se toleran los juegos infantiles normales.
En localidades como Alcalá, en España, los niños no pueden jugar al fútbol en la calle porque está prohibido y se tienen que cumplir las normas desde el año 2000.
Asimismo crece el número de zonas en que se prohíbe la presencia de niños al igual que de los perros, lo cual atemoriza a los niños, ya que no se les deja incluso jugar ni al bádminton.
La niñofobia es tal en regiones europeas que hay incluso comunidades de vecinos en las que se permiten colgar carteles en las que se puede leer “Prohibido perros y niños”.
Hay hoteles en los que no son aceptados y a muchas familias les preocupa que esta situación se acreciente debido a que es discriminatorio.
Fuente: El País/doh/Foto: archivo
