Empanada fue el nombre que recibió una tlacuache sobreviviente de maltrato animal; ella fue rescatada luego de que niños de secundaria la golpearan hasta dejarla en estado de coma.
La médico veterinaria Sara Reyes Enríquez, relató que fue una persona quien al observar el ataque brutal hacia el animal, decidió levantarla y llevarla a su consultorio; la tlacuacha que apenas contaba con unas semanas de nacida presentaba graves lesiones.
Su columna estaba lastimada, sus orejas habían sido pisoteadas y arrancadas, parte de su cola también fue cercenada, todo cuando apenas tenía algunas semanas de nacida.
“Unos jóvenes de secundaria la traían y la aventaron contra la pared, se lastimó y sus orejitas se las pisaron, son muy delgaditas; ella me cabía en la mano. Perdió las orejas y una gran parte de la cola también se la cortaron y me la llevaron al consultorio, una persona la recogió del piso ya moribunda y con convulsiones”, dijo.
Empanada estuvo a punto de morir tras haber sido víctima de maltrato, sin embargo, fue rescatada a tiempo; la veterinaria y su hija decidieron adoptarla como una mascota, pues sabían que por sus lesiones, no podría sobrevivir sola en las calles.
“La alimentábamos con sonda porque estuvo en coma durante tres días y a punto de decir vamos a dejarla descansar para que no sufra, pero al tercer día comenzó a reaccionar y ya nos quedamos con ella, después nos dimos cuenta que no ve, es ciega”, dijo.
Aunque logró recuperarse, la tlacuache quedó con secuelas por la agresión, de haber regresado a la vida salvaje, probablemente no hubiera sobrevivido, señaló la médico veterinaria.
Hoy vive segura y protegida por una familia que lejos de contribuir a la extinción del único marsupial endémico de México, ha logrado rescatar del maltrato no solo a empanada, sino a otros tlacuaches víctimas de violencia animal.
“Camina muy insegura, su columna se lastimó, entonces no puede trepar como todos los tlacuaches, ella es discapacitada, yo la cuido mucho, no la pude liberar porque no iba a sobrevivir al medio ambiente, no iba a poder conseguir su propia comida”, agregó.
Esta especie está en peligro de extinción y a diferencia de lo que se cree, no transmiten ninguna enfermedad al ser humano; es deber de todos proteger a esta especie mexicana, aseguró Sara Reyes, pues mencionó que constantemente presta atenciones a tlacuaches rescatados de ataques de maltrato.
