De acuerdo con una predicción electoral del diario español El País, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, tiene el 85 por ciento de probabilidad de ganar la Presidencia de la República en los comicios del 1 de julio próximo.
De acuerdo con el promedio de encuestas, la ventaja de López Obrador en las encuestas aumenta, colocándolo con un 43.4 por ciento de los votos, seguido del candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, con un 27.7 por ciento y, en tercer lugar, el aspirante de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, con el 22.2 por ciento de los votos.
Seguido de los tres candidatos con partido político, se encuentra la candidata independiente, Margarita Zavala, quien suma el 5.6 por ciento de los votos.
El modelo electoral del diario El País señala que el candidato de Juntos Haremos Historia tiene el 85 por ciento de ganar los comicios del 1 de julio, mientras que Ricardo Anaya cuenta con el 12 por ciento de la probabilidad, mientras que José Antonio Meade, apenas un tres por ciento de posibilidades de obtener el triunfo.
Los datos anteriores convierten a Ricardo Anaya en el principal rival de López Obrador en esta contienda.
Según los datos de El País, José Antonio Meade se impone en una de cada 30 simulaciones, mientras que Ricardo Anaya, en una de cada diez.
Cabe detallar que las predicciones las produce un modelo estadístico basado en sondeos y en su precisión histórica, y es similar al empleado en Francia, Reino Unido o Cataluña.
El modelo consta de tres pasos: “1) agregar y promediar las encuestas en México, 2) incorporar la incertidumbre esperada, y 3) simular 20.000 elecciones presidenciales para calcular probabilidades”, detalla El País.
Para el caso de México, El País detalla que “el modelo asume un error medio de 3,5 puntos por candidato, que es mayor ahora porque faltan dos meses para los comicios.”
Agrega que “el margen de error hoy supera los 16 puntos para un candidato con el 40% de votos. Por eso López Obrador es favorito —con ese 85% de probabilidad—, pero no tiene garantizada su victoria.”
El diario español señala que es importante interpretar bien las probabilidades y la incertidumbre que representan, esto al resaltar que el triunfo del morenista es tan probable “como lanzar un dado y evitar el seis.”
Como se indicó, el primer paso consiste en promediar las encuestas:
El País detalla que el su promedio tienen en cuenta docenas de sondeos, esto con el objetivo de mejorar su precisión, y agrega que los datos han sido recopilados en su mayoría por la web Oraculus.mx.
En esta metodología se explica que el promedio está ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha en que fue aplicada.
También explican que las encuestas con más entrevistas reciben más peso, según una ley decreciente (pasado cierto umbral, hacer más entrevistas aporta poco).
Para este proceso toman en cuenta el efecto de la casa encuestadora. Esto porque “la mayoría de encuestadoras tienden a dar mejores resultados a un candidato de forma sistemática. Es algo razonable: si usan métodos e hipótesis diferentes, es normal que sus desviaciones sean constantes”, abunda.
Aunque añade que “el problema es que estos efectos mueven el promedio artificialmente a corto plazo. Una opción para evitarlo es calcular los «efectos casa», la desviación sistemática de cada encuestadora con cada candidato. Después, al promediar las encuestas, sustraemos (parte de) esa desviación del dato de la encuestadora.”
En la metodología empleada se ponderan a la baja las encuestas repetidas de un mismo encuestador.
“La idea es sencilla: no queremos que una empresa que haga muchas encuestas domine el promedio. Al calcular el promedio en una fecha, la encuesta más cercana de cada encuestador tiene peso 1, y el resto un peso reducido.”
Otro de los factores tomados en cuenta para obtener la probabilidad es el peso por fecha, el cual es considerado como el más importante.
“Queremos dar más peso a las encuestas recientes al calcular el promedio. Para conseguir eso asignamos pesos a los sondeos según una ley decreciente exponencial (por ejemplo, en este promedio una encuesta de hace 15 días recibe la mitad de peso que una encuesta de hoy). También definimos una franja de exclusión y eliminamos completamente las encuestas con más de 60 días de antigüedad”, puntualiza El País.
En el siguiente pase, se incorpora la incertidumbre de las encuestas. Esta parte es considerada la más complicada e importante.
Aquí se estima la precisión esperada de los sondeos en México, “¿De qué magnitud son los errores habituales? ¿Cómo de probable es que se produzcan errores de 2, 3 o 5 puntos? Para responder esas preguntas hemos estudiado cientos de encuestas en México y miles internacionales”, indica el diario español.
En este segundo paso también se calibran los errores esperados.
“Primero he estimado el error de las encuestas en México. He construido una base de datos con encuestas de cinco elecciones desde 2000 —incluyendo las tres presidenciales. El error absoluto medio (MAE) de los promedios de encuestas en México ha rondado los 3 puntos por partido o candidato”, señalan.
El tercer paso consiste en ejecutar el modelo 20.000 veces.
Aquí indican que cada iteración es una simulación de las elecciones con porcentajes de voto que cambian según la distribución definida en el paso anterior. Los resultados en esas simulaciones permiten calcular las probabilidad que tiene cada candidato de ganar.
Explican que el modelo se basa por entero en encuestas, pues existe la percepción de que los sondeos no son fiables, pero a nivel nacional fallaron por pocos puntos incluso con Trump y con el Brexit.
Fuente:ElPaís/Foto:ElPaís/JAC
