Pese a los beneficios nutricionales que aporta el frijol, los mexicanos han desplazado su consumo y sustituyéndolo por alimentos procesados, lo cual ha contribuido a la mayor incidencia de enfermedades como diabetes, cáncer y otras del tipo crónico degenerativas, resalta la investigadora Cristian Jiménez Martínez.
El frijol no cura pero previene enfermedades, recalcó la investigadora del IPN.
Señaló que se pueden consumir orgánicos o enlatados, hervidos, fritos, crudos como los ejotes o de la manera que más le agrade, pero se sugiere no dejar de consumirlo.
Incluso, dijo que los nutriólogos recomiendan consumirlos de manera moderada para no abusar de los carbohidratos.
Un plato de frijoles aporta proteinas, fibra y carbohidratos, pero el hecho de que los hiervan y los calienten, esos carbohidratos se convierten en fibra.
