La leyenda del baile de “Los 41 maricones” cumple 116 años

Imagen La leyenda del baile de “Los 41 maricones” cumple 116 años

Por: Estefani Ávalos

Este 20 de noviembre se cumplen 116 años del hecho histórico conocido como “Los 41 maricones” o “El baile de los cuarenta y un”, el escándalos más sonado en el siglo XX en México.

Ricardo Cañas Montalvo Director del Museo de la Ciudad de Veracruz, habló sobre este acontecimiento el cual se dio durante el porfiriato el 20 de noviembre de 1901, en la Ciudad de México.

“Había una casa donde regularmente este tipo de personas se reunían, hacían fiesta incluso se rumoreaba que tenían encuentros amorosos íntimos.

Las familias de esa época denuncian este lugar por los ruidos y rumores que se escuchaban”.

Luego de recibir denuncias por parte de gente cercana al lugar, la policía realizó una redada durante un baile, donde se encontraban 41 caballeros, de los cuales 22 estaban vestidos de hombres y 19 de mujeres con pelucas, aretes, amplias y frondosas caderas postizas, además de rostros embellecidos de colores llamativos

El director del Museo de la Ciudad de Veracruz, platicó que al llegar los policías al lugar “Se los llevan detenidos y una vez detenidos empiezan a preguntar el nombre de cada uno de ellos, cuando uno de ellos dice se trata de Ignacio de la Torre y Mier yerno de Porfirio Díaz este personaje muy importante, lo van a borrar para que no se arme un escándalo”.

Es por esto que a partir del 20 de noviembre de 1901 se le denominó a este hecho histórico, como el día de “Los 41 maricones”, por la gran polémica que causó este hecho, donde los medios de comunicación se encargaron de difundirlo e incluso lanzaron un verso en aquella época haciendo “burla” por lo sucedido.

“Hace aún muy pocos días que en la calle de la Paz,
los gendarmes atisbaron un gran baile singular,
cuarenta y un lagartijos disfrazados la mitad
de simpáticas muchachas, bailaban como el que más.

La otra mitad con su traje, es decir masculinos
gozaban al estrechar a los famosos jotitos

Vestidos de raso y seda al último figurín
con pelucas bien peinadas
y moviéndose con chic”.


 

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