Con inédita muestra en Vaticano promueven reconciliación de las Coreas

Imagen Con inédita muestra en Vaticano promueven reconciliación de las Coreas

El Vaticano acaba de abrir una inédita muestra de obras de arte y testimonios documentales sobre la llegada del catolicismo a la península coreana, un gesto de paz que busca contribuir a la paz en la explosiva región.

Abierta en el Brazo de Carlomagno, una galería interior de la columnata que rodea a la Plaza de San Pedro, la exposición titulada “Así en la tierra como en el cielo” presenta 183 obras preciosas que atestiguan más de dos siglos de herencia religiosa asiática.

De hecho, el subtítulo “Seúl y los 230 años de la Iglesia católica en Corea” refleja el arco histórico representado por las piezas que incluyen cuadros, estampas, gráficos, mapas, cuadernos de anotaciones y hasta antiguas vasijas de barro.

Mattias Hur Young-yup, portavoz de la Arquidiócesis de Seúl, destacó que es la primera vez en la historia de su país que se exponen estas obras en el corazón del Vaticano.

“Esta muestra busca, sobre todo, la reconciliación entre las dos Coreas y no sólo, también en Asia y en el mundo entero. Para nosotros el Vaticano y, sobre todo, el Papa Francisco, son símbolos de paz. Todos los peregrinos y las personas de buena voluntad vienen aquí para pedir por la paz”, explicó.

“Nosotros pedimos tantas oraciones por la unificación de las dos Coreas. Este es nuestro objetivo por la paz en Corea, nosotros estamos acá por la paz y queremos que todos lo sepan”, agregó.

La mayoría de las piezas expuestas provienen del Museo de Historia de Seúl y de los fondos de la Iglesia surcoreana, mientras algunas de ellas son propiedad de los Museos Vaticanos.

Se trata de creaciones que ilustran los primeros años del cristianismo en Corea, las primeras misiones y las persecuciones de 200 años atrás, pero también testimonios actuales.

Entre estas destacan las “Admoniciones sobre el gobierno del pueblo” escritas por Jeong Yak-yong, uno de los más prolíficos pensadores del periodo Joseon, autor de influyentes obras sobre filosofía y ciencia.

Además de algunos platos conmemorativos encontrados en las tumbas de seis mártires utilizados para registrar la vida, el escenario y la sepultura del difunto, propiedad del Museo de los Mártires Católicos Coreanos.

A estos se suman algunas caligrafías del activista independiente Ahn Jung-geun antes de su ejecución en marzo de 1910 y una Virgen con el niño del pintor Chang Woo-sung realizado en 1954.

La historia del catolicismo en Corea es singular, fue introducido primero mediante la traducción de libros y escritos en chino, una búsqueda cultural que después se transformó en un verdadero credo religioso que se difundió entre algunos estudiosos.

Lee Seung-hoon, uno de estos estudiosos, fue bautizado en Pekín en enero de 1784 y cuando regresó a Corea bautizó a Jung Yak-jeon, Jung Yak-yong y Kwon Il-shin en las inmediaciones de Supyogyo creándose así la primera comunidad católica de la región.

La persecución de los católicos comenzó en 1785, cuando el gobierno prohibió las reuniones religiosas. No obstante, la comunidad continuó expandiendo el cristianismo y llegó a pedir un sacerdote que llegó proveniente de China en 1794.

El clérigo chino Chu Mun-mo (1752-1801) celebró la primera misa en Bukchon en 1795 y desde entonces la población católica aumentó velozmente hasta alcanzar los cuatro mil fieles. Aunque las persecuciones duraron por siglos, en Corea la fe católica se mantuvo entre mil dificultades y hasta la actualidad.

Fuente: Notimex/doh/Foto: archivo

Editor: Redacción xeu