La administración del presidente estadunidense Donald Trump deploró hoy la existencia de un "explosivo" crecimiento en el cultivo de coca y producción de cocaína en Colombia y la incapacidad del gobierno del mandatario Juan Manuel Santos para contener la "crisis".
Ante el Comité Selecto del Senado sobre Control de Narcóticos, el subsecretario de Estado Adjunto, William Brownfield, atribuyó el problema a que concluyó el plan de erradicación aérea en Colombia y al hecho de que cultivadores movilizaron a la población para protestar contra el programa.
"El presidente Santos y el ministro de Defensa (Luis Carlos) Villegas deben encontrar una manera de implementar una robusta campaña obligatoria de erradicación para el 2018, que revierta la tendencia actual", señaló en su testimonio legislativo.
Brownfield enfatizó que si bien el Plan Colombia es exitoso en muchos aspectos, no lo ha sido en frenar el cultivo de coca, que registró un incremento de 130 por ciento entre 2013 y 2016, o de producción de cocaína, que creció 200 por ciento en el mismo periodo.
Como ejemplo de las causas, el funcionario estadunidense citó la decisión del gobierno de Santos de reducir las actividades de erradicación en los territorios controlados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante las negociaciones de paz.
Asimismo, aseguró que el grupo que pasó de guerrilla a un partido político legal "definitivamente alentó a los cultivadores a plantar coca", como parte de un plan para darse crédito por la llegada de ayuda del gobierno central.
Sin embargo, Brownfield dijo a los senadores que ni la policia ni las fuerzas armadas de Colombia pueden ser culpadas por el aumento en el cultivo ni de coca ni de la producción de cocaína, pues por segundo año han alcanzado récords en decomisos.
"Pero simplemente, los decomisos no se dan abasto con la explosión de cultivo y producción", insistió.
Brownfield indicó que Estados Unidos y Colombia acordaron por ello seis medidas para encarar la "crisis", incluida la designación de un coordinador nacional, por lo cual elogió la "sabia" decisión de la designación del exjefe de la Policía, Óscar Naranjo. "Ya vemos progresos", mencionó.
Además, se estableció una "estrategia nacional seria" y un aumento del presupuesto destinado a la erradicación a pesar de que el gobierno colombiano tiene escasos recursos debido a los gastos del proceso de paz. "La paz en las espaldas de un resurgimiento de las drogas, es una paz falsa".
El funcionario comentó que Colombia acordó lidiar con el tema de las protestas populares contra la erradicación. "El año pasado se cancelaron 675 operativos de erradicación debido a las protestas. Esto es absurdo".
Opinó que el gobierno de Santos debe dar a la policía y a las fuerzas armadas una autoridad y reglas de confrontación claras.
Señaló que Colombia aceptó ampliar las deportaciones de narcotraficantes, pues algunos están "literalmente" comprando su membresía a las FARC para blindarse contra las deportaciones a Estados Unidos.
Brownfield reconoció que las acciones del gobierno colombiano para aumentar la erradicación han repuntado y que espera mejores estadísticas para finales del año.
