Tlapacoyan, Ver.- A los empresarios que quieren hacer hidroeléctricas, presas y proyectos de extracción, habría que preguntarles ¿Energía para quién?, cuestionó Igor Fuser, del Movimiento Brasileño de Afectados por las Presas.
Invitado al Encuentro Regional de los Pueblos de Oriente en Defensa de la Vida y el Territorio, el activista afirmó que generalmente estos proyectos no benefician a las comunidades donde impactan ambientalmente, la energía eléctrica se van para empresa transnacionales, y beneficia a un modelo capitalista.
Cuestionó que tanto allá en Brasil como en México y Veracruz, estos megaproyectos provocan el despojo de tierras, la destrucción de los ríos y del bosque.
“Estos recursos naturales que son la vida de los pueblos, son tratados por los grandes empresarios como mercancía que se vende y se cambia”, lamentó.
Recordó que en Brasil 37 proyectos hidroeléctricos amenazan con la devastación de la selva del río Amazonas.
Advirtió que en los proyectos extractivos hay una falta de democracia, la exclusión de las comunidades, pues no hay consultas y cuando hay organizadas por las autoridades ambientales estas son falsas, porque las decisiones ya están tomadas, y solo hay simulación.
“Tanto en Brasil y Latinoamérica existe también la persecución judicial y extrajudicial para silenciar y callar las protestas en contra de los megaproyectos”, dijo.
En su opinión la llegada de estos proyectos, obedece a un modelo energético mundial, que busca dinero y productividad a cualquier costo.
“Son modelos autoritarios y elitistas, la causa de los problemas que enfrentamos en nuestros países, no aceptaremos eso, porque el derecho fundamental de los pueblos es a la rebelión en contra de estos proyectos”, consideró.
Fuente: AVC/cna Foto: AVC
