Socavón parte la carretera hacia Naolinco

Imagen Socavón parte la carretera hacia Naolinco

Se abrió la tierra por el torrente provocado por las lluvias de Franklin y se tragó 100 metros de la carretera que va de Banderilla a Naolinco, dejando incomunicada a la población a la altura de El Zacatal.

Los mirones, que observan cómo la maquinaria pesada trata de abrir un paso provisional, mientras, cuentan la historia del taxi, dicen que lo vieron con un dron que bajó hasta el río y ahí se veían los restos de la unidad que pasó por la noche, en el momento justo del deslave que destruyó la carretera.

Cuentan que era tarde cuando pasó el taxi y aseguran que a bordo iba el taxista y su esposa, camino al hospital en Naolinco, pues ella estaba embarazada.

Detrás de ellos iba una patrulla que atestiguó el momento en que las llantas delanteras quedaron volando por un primer hoyo que se hizo en el camino a Naolinco. De inmediato los policías los sacaron y les ayudó a llegar al nosocomio que está a dos kilómetros adelante.

Cuando regresó el taxista a buscar su unidad esta ya había desaparecido con el resto de la carretera, dejando incomunicado a Naolinco del lado que va desde Banderilla y a su vehículo al fondo del barranco, casi imposible de detectar por la maleza y el lodo.

Las obras emergentes

El constante movimiento de vehículos pesados para construir el camino de grava y las vibraciones en el suelo, por el paso de una aplanadora mantienen a raya al grupo de siete u ocho hombres que observan el boquete que se abrió en la carretera que va desde Banderilla a Misantla, camino a Naolinco.

Miran desde temprano cómo acarrean los camiones de volteo el material que viene de las graveras cercanas, lo depositan y la aplanadora pasa encima, cimbrando el suelo y alertando a la gente de no acercarse.

De ambos lados hay maquinaria trabajando, acomodando materiales, rascando la tierra y presionando la grava para dejar habilitado un paso provisional que tendrá como escenario las cintas amarillas de “precaución” y el barranco que se tragó la carretera.

En la zona donde desapareció la carretera se ve hasta la estructura de un anuncio espectacular doblada y recargada en el piso a un costado del asfalto, vacío, ya sin nada que anunciar, pues los hilos rotos muestran que la fuerza del aire y el agua arrancaron hasta la lona que alguna vez mostró.

Franklin no es lo único que destrozó la carretera

El socavón que se llevó 100 metros de asfalto no es lo único que hace intransitable la carretera, pues desde Jilotepec hasta Tonayán los baches parecen tapizar la cinta asfáltica, es un camino donde es casi imposible circular sin caer en uno.

Al pasar, los vehículos van serpenteando entre los hoyos, evitando caer en alguno y evitar perder una llanta, sin embargo la frecuencia de los baches y la proximidad entre ellos es tal, que resulta casi imposible hacerlo.

Ya con anterioridad los comerciantes de Naolinco hablaban de la necesidad de reparar esa carretera, pues reportaban bajas ventas al turismo a consecuencia del estado en que se encuentran las vías de comunicación.

Las promesas de obra

De acuerdo con el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Julen Rementería, se invertirán 120 millones de pesos en una obra integral para la reconstrucción de la carretera, desde Banderilla y reponer la carpeta asfáltica tanto en la parte dañada por el socavón, como por el deterioro y los baches.

Mientras tanto, en el tramo dañado por el fenómeno meteorológico, se ven ingenieros y topógrafos tomando medidas detrás de las tiras amarillas que señalan el cierre temporal de la carretera.

 

Fuente AVC/fcf  Vídeo AVC

Editor: Redacción xeu
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