El arcoíris es un arco formado en el cielo por franjas de distintos colores, que se genera por la refracción de la luz del sol en las gotas de agua en la atmósfera, debido a que la luz solar se descompone en el cielo cuando atraviesa las gotas de agua. Por eso el fenómeno suele aparecer cuando llueve.
He aquí dos versiones que datan desde el principio de los tiempos.
Una leyenda irlandesa cuenta que al final del arcoíris puedes encontrar un tesoro.
Los irlandeses decían a los niños que si alcanzaban el final del arco iris encontrarían la gran olla en la que los leprechauns (Tipo de duende de barba pelirroja en Irlanda) guardan muchas monedas de oro, las que constituyen su gran tesoro.
Eso sí, en el caso de dar con el, hay que ser muy listo, porque estos seres se caracterizan por ser muy listos y esquivos y, si consiguen desaparecer una vez, será muy complicado conseguir que se dejen volver a ver.
Y esto se debe a que, supuestamente, sólo se hacen visibles ante los humanos cuando un arco iris une el cielo con la tierra. Son tan avariciosos que, por miedo a perder su gran tesoro, no salen de su escondite salvo en contadas ocasiones.
Existe también la versión religiosa, en la que Dios sella su alianza con el hombre con el arcoíris.
Luego del diluvio que inundó la tierra durante 40 días y 40 noches, el agua bajó y Noé llegó a suelo seco.
En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Ésta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".
Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida".
Fuente: Libro del Génesis: 9, 8-15 / Leyenda sobre Irlanda
