Mexicanos Contra la Corrupción da a conocer una investigación en donde señala que una empresa de origen israelí, está detrás de la fabricación del programa Pegasus, un software espía que asegura, es presuntamente utilizado por el gobierno mexicano para espiar vía teléfonos celulares.
Acusa a Balam Seguridad Privada S.A. de C.V. creada en mayo de 2012, de ser la principal proveedora de sistemas de inteligencia y seguridad y proveedora del presunto programa espía Pegasus, que llega, presuntamente, de Rodrigo Ruiz de Teresa, sobrino de Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador de Puertos y Marina de la SCT del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Explica que Asaf Zanzuri y Rodrigo Ruiz de Teresa, son los socios creadores de la empresa proveedora del gobierno en temas de seguridad e inteligencia, y quienes habrían coordinado la llegada del software espía y la apertura en las altas esferas del ramo.
Asegura que la Secretaría de Marina, la Procuraduría General de la República, el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, la Policía Federal, entro otros, estarían dentro de la lista de quienes presuntamente adquirieron sistemas de “intercepción” de origen israelí.
La investigación que presenta Proceso, asegura que algunos archivos publicados por Wikileaks en julio de 2015, presuntamente muestra que Rodrigo Ruiz, es considerado el principal enlace con las agencias del Gobierno de México, según Hacking Team, rival de la empresa NSO Group de origen israelí.
Uno de los correos electrónicos que se revelaron, según la publicación de Proceso, revela que en sistemas de inteligencias para México, Balam Seguridad Privada tenía enlace directo con la PGR, entonces liderada por Jesús Murillo Karam.
Afirma que el costo del programa “Pegasus” había costado a la PGR, 14.5 millones de pesos, sin embargo se contrapone con la cifra que manejó el New York Times, que dijo que el gobierno de México presuntamente erogó 15 millones de dólares por el software, algo así como 202 millones de pesos.
Finalmente la publicación de Proceso, asegura que los datos de ubicación, según el alta ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, presuntamente no coinciden con el giro de la empresa como se dio de alta, agregando la presunta negativa para respuestas al respecto.
Fuente:Proceso/foto:archivo/JM
