Hay de verde, tomate, mole, ranchera y chipotle. La masa, la manteca y la variedad de salsas son los principales ingredientes; se comen a todas horas y en todos lugares. Son las típicas picadas veracruzanas.
Este día llegamos a un popular puesto en la zona de mercados de la ciudad de Veracruz. La masa y la manteca llegan a las 4:00 de la mañana, momento en el que se preparan las salsas y se alista el comal.
Alrededor de las 5:00 horas llegan los primeros clientes; inicia así el proceso.
Se hace la tortilla, se extiende sobre el comal, un poquito de manteca y la salsa a gusto. Cebolla picada y queso para completar, nos relata la señora Evelia Lagunes Espinoza.
Las picaditas pueden ir solas o preparadas.
Los fines de semana es cuando familias completas deleitan uno de los principales platillos de la gastronomía veracruzana.
Las preferidas son las verdes, afirma Martín Pérez, administrador de un negocio dedicado a los antojitos.
“Una picadita va compuesta de una tortilla recién hecha, se le da un ligero baño de manteca; ya que se coció la manteca arriba de la tortilla hecha picadita, por supuesto alrededor, ya agarra su textura y ya la bañamos con salsa verde, roja o mole”.
Para el catedrático e investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Genaro Aguirre Aguilar, las picadas no solo son parte de la extensa gastronomía de Veracruz, también representan la identidad de la sociedad.
Las picadas se han convertido en parte del rito familiar de los jarochos.
“Yo creo que eso es lo maravilloso, lo maravilloso de los platillos tradicionales veracruzanos, las picadas son el corazón de lo que nos determina en términos culinarios o de platillos tradicionales a los veracruzanos”.
De verde, tomate, mole, ranchera y chipotle, preparas o sencillas, es cuestión de elegir.
Con información de Joel Cruz/pmc
